dimecres, 3 de setembre del 2008

Mar y cielo.

Al horizonte, en plena noche; ahí donde el mar y el cielo se une en uno, dónde no ves diferencia alguna entre ambos, ahí donde acaba todo, donde empieza la nada y el todo. ¿Se pasarán las noches follando? Anhelando que se vaya el sol, para reencontrarse otra vez... una vez más. Tan sólo la marea marca si es una noche de locura o sólo son besos y tequieros seguidos de carícias dulces.




Hoy la luna no me ha tirado piedras a la ventana,
ni tan sólo se ha dignado a verme a lo lejos;
cómo siempre, tengo que seguir adelante sola,
ante las adversidades.